Desde que hace unos meses se anunciase la anulación del acuerdo Safe Harbor, como puerto seguro para el intercambio de datos de carácter personal con Estados Unidos, el 2 de febrero de este año 2016, La Comisión Europea y el Departamento de Comercio de Estados Unidos han llegado a un nuevo acuerdo al que han denominado como Privacy Shield.
A principios del mes de febrero de 2016, tras unas duras negociaciones con Estados Unidos, se ha llegado a un nuevo acuerdo que han bautizado como Privacy Shield, gracias al cual las empresas estadounidenses se comprometen a una mayor protección de los datos pertenecientes a ciudadanos europeos, así como fomentar la colaboración con las autoridades de protección de datos. Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos se comprometerá a que el acceso a dichos datos por parte de su administración estará limitado.
El nuevo acuerdo Privacy Shield funcionará como un instrumento jurídico, que ha sido diseñado para que pueda ser cambiado y adaptado a nuevas situaciones que puedan surgir en el futuro. Su funcionamiento estará siempre vigilado por la Comisión Europea y la Comisión Federal de Comercio, para garantizar su cumplimiento. Además, se designará a una persona como la nueva figura del Ombudsman, cuya labor, independiente de los servicios de inteligencia norteamericanos, consistirá en atender las quejas, reclamaciones y solicitudes realizadas tanto por individuos, como por las propias Agencias de Protección de Datos Europeas.
Este acuerdo, a falta de ser traducido a un documento jurídico, se consolida como el primero en la historia en el que la Unión Europea ha conseguido el compromiso, por escrito, del Gobierno estadounidense a presentar garantías sobre las limitaciones de sus programas de vigilancia.
Y, a pesar del revuelo que generaron las primeras noticias sobre la suspensión del Safe Harbor, las empresas ya pueden respirar tranquilas y seguir usando las aplicaciones cuyos data centers se encuentren en Estados Unidos.